¿Tus padres no se dedicaron al robo antes?
Entonces, ¿quién robo las estrellas del cielo y las puso en tus ojos?
¿Sabes porqué el mar es salado?
Porque tú le robaste toda la dulzura.
Lo tuyo es andar.
Lo demás es insultar al suelo.
¡Que Dios te guarde
y me mande la llave!
Tus ojos son dos luceros,
pero también son dos ladrones,
el derecho roba besos
y el izquierdo corazones.